Siempre lo contemplaba, pues maravilla su imponente porte.
La mole de cemento.
Un día, durante una manifestación, empecé a descubrir a los 'habitantes' del edificio.
Y una vez que tomé (robé) la primera foto, no pude parar.
Siempre que aparecía una personita, ahí iba mi indiscreta cámara,
a perpetuar esos momentos de movimiento y vida entre tanta quietud gris."
Juliana Orihuela
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