A continuación reproducimos el Dossier N° 3 del próximo número de ALAS DE GAVIOTA
NADIE SABE NUNCA LO QUE SE RESUELVE EN LA PAMPA
“Ensayista es quien puede decir, como Kafka: “no escribimos según lo que somos: somos según aquello que escribimos”. Lo importante aquí es el uso del plural: ensayista es el que sabe que nunca escribe solo (y su soledad consiste en saber eso) porque su escritura es la que permite también que se escriba –que se inscriba- el autor con el cual “ensaya”; para un ensayista leer no es escribir de nuevo un libro: es hacer que el libro sea escrito, “aparezca”.(1)
“La mayoría de los libros que citamos son libros que amamos (a veces, por razones secretas o perversas). Poco importa que unos sean muy conocidos, otros poco conocidos y otros olvidados. Sólo quisiéramos citar con amor. No pretendemos constituir una Suma o reconstituir una Memoria, sino más bien proceder por olvido y sustracción, hacer así un rizoma, hacer máquinas sobre todo desmontables, formar medios que dejen un momento sobrevivir ora esto, ora aquello: cuadernos desmenuzables en las sopas. Mejor aún, un libro funcional, pragmático: escoged lo que queráis.”(2)
Construir un relato acerca de la literatura de mi ciudad, Venado Tuerto, me ha llevado por diferentes caminos, dichos, géneros, entredichos. Me convertí -sin quererlo- en una intrusa. Una entrometida en las palabras de los otros, en sus bables, en sus vidas. Toqué timbres y estornudé entre hojas amarillas. Fui bendecida por las actitudes solidarias de muchos que me acercaron libros, relatos, material para investigar, palabras de estímulo, apoyo económico. Tampoco me faltaron -ni me faltan- buenos profesores, guías críticos en la construcción a los que por supuesto agradezco y libero de responsabilidades.
Componer, escribir, ensayar, errar, errare, errancia. Cuál si no la condición de la escritura, de la creación literaria? Un constructo conteniendo muchas líneas subterráneas, inadvertibles a simple vista o mejor dicho, a simple lectura. Materia pura para construir otro relato, futuro. Cuento de nunca acabar.
Hoy acerco en este dossier un esbozo, un breve fragmento de la composición del mapa construído. Un ensayo que reconoce la pretensión de final para volver a constituirse en una nueva y futura escena literaria. Cuento de nunca acabar.
El ensayo alienta el pensamiento por venir, la palabra que necesita aparecer. Esa palabra que pertenece a la comunidad, al lector que continuará el relato cuando cierre el libro o cuando repita el gesto de pensar en el instante en que abandone la letra escrita para distraerse en un recorrido propio. Y así -sin querer- crear un nuevo gesto literario.
El ensayo pues: su diferencia con la “ciencia literaria” es que no se propone, al menos a priori, restituir ningún origen –ni el Autor, ni el Código, ni el Sentido- ni tampoco anticipar ningún Destino, sino constituirse como testimonio de ése acontecimiento por medio de la escritura”.(3)
La mirada sobre la letra escrita bajo el influjo de un determinada territorialidad arma un mapa de entradas múltiples, trama heterogénea con increíble-imposible de prever- cantidad de enlaces y derivaciones, una composición que crece, no se sujeta a ninguna encadenamiento fijo, que tiene sus líneas de fuga, movimientos de desterritorialización y de desestratificación. En nuestro caso, tomando la producción literaria de Venado Tuerto -provincia de Santa Fe, República Argentina- de autores nacidos o que eligieron éste lugar para vivir, o bien que emigraron de él en algún momento, voy armando un mapa literario con un modo de mirar que reconoce en el trazado rizomático una forma constitutiva genuina en tanto trama configurada con sus planos, conexiones múltiples e impredecibles. Trama que por si misma elude clasificaciones, genealogías en el sentido de árbol. Que se advierte con sus planos, conexiones, heterogeneidad, como eslabones semióticos conectados a otros. “un eslabón semiótico es como un tubérculo que aglomera muy diversos actos, lingüísticos, pero igualmente perceptivos, mímicos, gestuales, cogitativos” (4)
Siempre en la búsqueda de un análisis de los gestos literarios vinculados con esta tierra que no se cierre sobre si mismo, reduciendo su ser, su aparición y sí promoviendo su su lectura y actualización. Análisis que respeta el profundo sentido de lo literario, discurso que siempre dice más… “la literatura dice lo que dicen otros discursos pero dice mas”….“Lo literario es el enunciado que también resiste las puestas discursivas y los dispositivos de los arcaísmos y de las novedades, de los aparatos de equilibrio de los niveles discursivos, de las concretizaciones dóxicas y de los estereotipos sociales que aparecen como exceso de la significación que tarde o temprano operará contra la hegemonía discursiva” (5)
Entiendo por gestos literarios a todas las manifestaciones escriturarias que aparecen motivadas por cualquier estímulo o suceso en distintos territorios (político, social, económico, geográfico, etc.) pensándolo en el mismo sentido que promueve Nicolas Rosa cuando plantea en Usos de la literatura: “todo, a la postre deviene letra, desde las charlas de sociedad, los registros parlamentarios de lo político hasta las formas de los rituales ciudadanos. Todo deviene literatura”
El mapa literario compuesto para éste dossier contiene omisiones que no deben asociarse con la idea de exclusión. Primero por la natural imposibilidad de conocer y decir, referenciar toda la caudalosa y plurivalente producción literaria existente al presente. Segundo por tratarse de un dossier con un espacio físico limitado. Pero además, porque en el mismo carácter enunciado al principio de este trabajo en la idea misma de ensayo-rizoma habita la imposibilidad de finalización, de conclusión, y el tejido reticular reconoscible en la lectura solo admite suspensión para así dar lugar a nuevas, valiosas y múltiples lecturas-escrituras.
Existe en el análisis y las interpretaciones del material literario cuidado, amor, respeto por los autores y su obra; una intención de sumisión ante la letra que puede pensarse en los términos de Eco cuando nos habla de interpretar: “ alineémonos primero con el esclavo. Es el único modo de llegar a ser, si no amos, al menos sirvientes respetuosos de la semiosis.”(6)
La letra de la sangre
A continuación expongo en forma hilvanada, tres textos: 1) Parte de guerra de una batalla sangrienta sucedida en las cercanías del fortín Loreto, de diciembre de 1838, confeccionado por el Comandante Juan Pablo López.2) Fragmentos del poema narrativo Cantata del Sur Santafesino de la poeta venadense Mirley Avalis, editado en el año 2005,.3)” Poemas de la tierra” pertenecientes al libro “El fuego Inteligente” de Ricardo San Esteban editado en 1988.
El parte de guerra se transcribe completo, en forma textual y pertenece al libro editado en el año 1933, “Reseña de Venado Tuerto” de Eduardo E. Huhn, un inmigrante alemán que se radica en nuestra tierras en 1889.
Eduardo E. Huhn,, respondiendo a un mandato de la Honorable Comisión de Fomento, investiga para determinar la fecha de fundación de Venado Tuerto...” a los efectos de que pueda determinarse el día exacto en que deba celebrarse el próximo cincuentenario del mismo”(7). Finalizada su investigación el 13 de noviembre de 1932 pone a consideración de un grupo de vecinos los resultados “para estudiar y deliberar acerca de la fecha de fundación de Venado Tuerto”(8) Y luego, ya en 1933 edita Reseña de Venado Tuerto, primer relato histórico cronológico sobre nuestra ciudad, editado en formato libro en la Imprenta Amorrortu de Buenos Aires.
En una intención de transformación, progreso nacional se acicala con crueldad nuestra pampa argentina, mediante guerras, exterminio sistemático de indígenas, apropiándose de sus tierras y reduciendo a su mínima expresión a los pueblos originarios. Había que borrar del mapa a los salvajes que asolaban la campaña. Estas acciones generaron escritura como se verifica en el parte de guerra que se transcribe, y mucho después, literatura, como es el caso de los poemas de Avalis y San Esteban. Es la sangre de los caídos la que habla en la producción de estos autores venadenses. Es la poesía –en este caso- la que todo el tiempo actualiza lo ocurrido, impide el olvido habilitando el conocimiento y la reflexión de las generaciones posteriores.
El exterminio indígena está hablando todo el tiempo y en distintas formas recuperado por autores locales, -narradores, historiadores, poetas y ensayistas- ya que es vastísima la producción literaria al respecto siendo materialmente imposible referirlo todo en este dossier, por lo que pongo en esta escena parte de la poética de estos dos autores, prolíficos investigadores a su vez, que escriben en distintos registros y géneros.
Mirley, se radica en nuestra ciudad y aún sigue escribiendo preocupada por las cuestiones de la tierra y nuestra historia, habiendo configurado una valiosa obra entre poesía, prosa e historia que lleva la poco habitual cantidad de 50 libros editados desde 1960 a la fecha.(ver ficha técnica)
Ricardo San Esteban, habitante por bastante tiempo de nuestra ciudad, reconocido nacional e internacionalmente por su producción literaria, creador allá por el 55 de la revista literaria elipse, refiere… “comienzo a reflexionar y pienso en una poesía que sin ser burda, sin ser una cosa chabacana, registre los tonos de voz de nuestro pueblo” y más adelante, en el mismo reportaje....”Ha cambiado ( se refiere a su poesía presente) es una poesía más cercana a las raíces telúricas nuestras buscando la tradición que existe desde mucho tiempo atrás, sin desconocer lo que pasa a nivel internacional, las corrientes nuevas y este florecimiento de la poesía nuevamente”(reportaje de la autora editado en la revista Juglaría N° 10) (ver ficha técnica del autor).
Palabras del Comandante López
Al gobernador propietario de la Provincia. ¡Viva la Federación! Rosario y Diciembre 25 de 1838. Año 29 de la Libertad, 23 de la Independencia y 9 de la Confederación Argentina. AL Exmo. Señor Gobernador Int° Comandante Gral de Armas, Coronel D. José Ramón Mendez.
“La fortuna hasta hoy presede mis pasos, y en los campos del Fuerte Loreto hemos recojido el 22 de éste a las 2 de su tarde los laureles de la victoria escarmentando a los Bárbaros del Sur de modo ejemplar,
Están vengadas las víctimas inmoladas por el bien de su Patria el 11 de Nob” ppdo en el Hinojal. El 18 del corriente como a las 8 de la mañana fui instruíido por repetidos avisos que los Salvajes en número de mas de 1000 hombres habían invadido nuevamente este Departamento en tres trozos o divisiones de los que uno se dirijió sobre la costa del Carcarañal, otro por las Chacras y el último por el punto de la Orqueta, y que no solo asolaban la campaña llevándose como un torrente, con la impetuosidad que acostumbran cuantas haciendas encontraban, sino que dejaban en pos de ellos, la desolación, el espanto y la muerte. En tal conflicto dicté mis órdenes con la rapidez que reclamaban circunstancias tan apuradas, y a las doce me halle en aptitud de marchar, como lo hice. Tal era el entusiasmo, ardor y decisión de todos los hombres. Forcé mis marchas y después de haber sufrido una horrible tempestad de viento y agua copiosísima, llegué el 20 a la Guardia de Melincué, cuyo comandante capitán D. Juan Ugarte arrebató con una pequeña partida, doscientos caballos que tenían de reserva los Bárbaros en la Laguna de los Leones.
Emprendí de allí mi marcha el 21, y en las inmediaciones del Pedernal, me reuní al Coronel D. Ilario Lagos, que desde Roxas había venido en mi auxilio con cuatrocientos veteranos y cien milicianos. Seguimos marchando con todas las precauciones que dictaba la prudencia militar, y el 22 como a las once de la mañana se me avisó por mis exploradores, que los enemigos se avistaban y observaban reunidos en las inmediaciones del Fuerte Loreto.
En su consecuencia el SEÑOR Coronel Lagos con su división marchó con el obgeto de ganarles la vanguardia y cortarle la retirada como lo verificó franqueándolos por su izquierda.
Yo por el frente dividé mis fuerzas, que contaban como de cuatrocientos milicianos, en dos divisiones, la de la derecha al mando del Sargento mayor Comandante de este Departamento D.Ramón Sovayre y la de la izquierda al de la misma clase D.Pedro Pablo Moreyra; y a un mismo tiempo se cargó con la mayor intrepidez y denuedo a los bárbaros que parecían dispuestos y decididos a hacernos frente; más volvieron caras, y huyeron vergonzosamente a la vista sola de nuestro uniformes movimientos, y entonces se les persiguió y acuchilló en todas direcciones, por más de tres leguas. El resultado de tan brillante y feliz jornada ha sido, el arrancar del poder de los Salvajes el inmenso número de haciendas de todas clases que habían robado de nuestra desgraciada Campaña, matarles al Cacique Quiñimay, al Capitán Andrés Quiñimay, más de 100 Indios, y entre ellos varios Cristianos, tomarles siete prisioneros, rescatar los infelices cautivos que llevaron y escarmentarlos ejemplarmente. Siendo sensible que el pérfido y traidor unitario Baygorry que los capitaneaba según declaración conteste de los prisioneros, se salvase por la bondad de su caballo, y se evadiese del castigo a que es acreedor por sus maldades y por sus horrendos crímenes. Por nuestra parte hemos tenido un sargento y un Soldado muertos de la división de Buenos Aires y tres heridos; y de nuestra milicias, un cabo y un soldado del nùmero de los primeros, y diez y seis de los segundos; pero levemente: entre ellos el Capital D.Santiago Cardozo y el Ayudante D. Estanislao Cevallos. Tengo la màs singularcomplacencia al ver coronados nuestros esfuerzos, cumplidos nuestro votos y satisfecho el obgeto de mis sacrificios; por que indudablemente esta acciòn ha llenado de espanto y tenor a los Barbaros, producirà consecuencias muy felices y serà por consiguiente muy fecunda en resultados.
El valiente Coronel D. Ilario Lagos merece la gratitud eterna del Pueblo Santafesino a quien como V.E. felicito por el triunfo y gloria de nuestra armas. No son menos dignos de nuestro reconocimiento y consideración, los Soldados, Gefes y Oficiales de ambas divisiones, por la bravura, entusiasmo y vizaria con que se han vatido.
Dios guarde a V.E. m.s a.s. Yn Pablo Lòpez.
El Ofic..1 Mayor Intª de Gob.Calisto de Vera.
Es copia fiel de su original que obra en el Tomo 7 del Archivo de Gobierno años 1837-1838 N-5 Notas del Gobernador Propietario de esta Provincia paginas 8 y subsiguientes. Es copia fiel F.G.Barreto.
CANTATA DEL SUR SANTAFESINO – MIRLEY AVALIS
I
Primero fue el silencio
que en soledad, tejió la pampa.
Un desierto de verdes soledades
reptaba por el llano del hinojal salvaje
donde cada mañana aquel rocío
era un llano de lunas solitarias.
El aire era un pañuelo
con aroma a mística comarca:
arriero solitario sin destino,
guardián de sombras y de estrellas mansas.
Aún era una tierra sin pólvora ni acero,
sólo contaminada de azul y platería
una doncella desnuda y pudorosa
bajo la luz de las Tres Marías.
Aún era la tierra prometida
con secretas raíces y altivas cortaderas.
Mansedumbre tan honda permitía
oír de Dios marcando huellas
para el ángel de la provincianía.
II
Después fue el hombre.
Los pampas primitivos
dejaban la impronta de sus pasos
cuando el tiempo encendía
la hoguera fugaz de los ocasos
y el siglo XVIII, en filoso horizonte
vagaba su agonía.
Los días se ahogaban de misterios,
territorio sin pájaros ni canto,
ñandúes y venados huyendo de las flechas,
noches de shamanes y extrañas rogativas
y sus muertos untados de colores
como una señal de perpetuar la vida.
Pero un día de fatídico destierro
los pampas cambiaron sus caminos
buscando otros predios venturosos
para rastrillar olvidos.
III
El siglo avanzaba por líneas de fortines;
Areco, Pergamino, Mercedes, Melincué.
Desde el Carcarañá, el Gamonal, La Horqueta.
El indio en su coraje, arriaba lo robado;
botín tan codiciado, festejaba.
Aquel festín en la laguna Los Leones,
aquella orgía de alcohol en el Loreto
fue un intento torpe, equivocado
que el blanco aprovechó para ganar partida.
Manuel Baigorria, el estratega,
Del ranquel, coronel unitario,
más ranquel que ninguno entre ranculches
esta vez había fracasado.
Los cien cuerpos oscuros habitados de muerte
enfriaban la noche.
Desde el sur el aroma del hinojal hollado,
un olor a fracaso rociaba cada herida.
Un vaho gris humeando sobre el pasto
y un torrente de lanzas ya rendidas.
Andrés Quiñimay, capitanejo,
Cacique Quiñimay, ya no hay regreso.
Han quedado los ojos de los muertos mirando
hacia otro vida,
donde cada estrella vela por un hombre
descendiente criollo o raíz india.
Cada uno llevando su secreto
ignorando el destino del surco y la semilla.
No hubo una cruz de homenajes a esta memoria.
Ranqueles y soldados, hermanos y enemigos
En la verde pasión del sur santafesino.
V
La lucha ensombrecía la esperanza.
En cañada del Monte, prisioneros,
Painé Guor, Mariano Rosas,
doblegaban su arrogancia de caciques.
Oscuro se teñía el horizonte,
lejos los toldos y cerca la tristeza,
frías las lanzas de fiera arremetida
y fangosos los días de la espera.
¿Por qué huecos oscuros vagarían
tantos odios de tantas dinastías?
¿Qué sería del Gran Guor sin jefatura
perdida en la lejana toldería?
Rastrilladas oliendo a sudor de soldadesca,
la pampa codiciada con ojos de malicia
silencios que sangraban en míseros fortines
por el juego feroz de la muerte o la vida.
No aprieten más gatillos ni hagan silbar lanzas,
no obliguen a la sangre a entregar coraje
ni arrojen en funestas hondonadas
la libertad del indio y del soldado
por tantos condenada.
Y los días presagiaron historias;
El Zapallar, Loreto, Guardia de la Esquina
bajo del Pedernal, Estaqueadero,
el temible Pincén rompiendo líneas.
A degüello de sable y a degüello la lanza
Emilio Mitre con su ambición perdida;
Baigorria, Yanquetruz, Epugmer Rosas,
cacique de la Celeste Dinastía.
Crecían refriegas para sumar batallas;
la tierra regada de melancolía
y ese sueño de lluvias y cosechas
no sería posible todavía.
VI
Los malones se iban apagando.
Marchaba el indio hacia otro territorio
y el soldado en su frío desamparo.
Fue entonces que el baqueano Pablo Bargas
oyó llorar los pájaros
por el dolor de la palabra “hermano”
que se negaba en la cruz de aquel desierto
de Ancalú, Salinas Grandes, La Picasa
entre osamentas, lagunas, soledades
y en Médanos de Acha, la soledad del llano.
Y fue así…
que cubiertos de polvo y de cansancio
llegaron las carretas.
Al desnudo el pecho de los gringos
y en extraños baúles, la esperanza secreta…
Indios y criollos al ver la caravana,
algo les dijo el corazón urgente;
en unos la duda era la llaga,
en otros, tal vez, trébol de suerte.
Malones lejanos y dispersos
y mangrullo de voces apagadas;
ya se habían detenido los galopes
y en los pastos las lanzas oxidadas.
Fue entonces cuando el chasque del Hinojo
tuvo un sueño en aquella madrugada:
vio un indio detenido en el espacio
que hacia el cielo llevaba su mirada
y en su oscuro pecho color cobre,
el corazón rezaba.
Sólo colgaba una lágrima del aire,
credencial de tristeza por la raza ultrajada;
un silbo quejumbroso de lenta despedida
y una lenta elegía de calandrias.
Sudoroso el chasque despertó del sueño,
lejos vio al indio perdido en lontananza
y no fue más que un punto opaco
hasta desvanecer en la distancia.
Entonces galopó hacia el sur para buscarlo
pero se ahogó en el silencio de la nada.
VIII
El indio no dejó sellos de azadas
ni documentos de espigas;
Escapulario rebelde colgando de su dolor
De siglos y de espinas.
Sólo galopes y silbar de lanzas
Quebrando el viento
La triste realidad de aquella raza.
El soldado marcó a fusil
Las líneas de frontera;
Muchas muertes
Robaron la sangre de las venas
Regando tanta tierra con tantas agonías.
Enredos de chuzas y de pólvora
Oscureciendo el aire de la vida.
POEMAS DE LA TIERRA – RICARDO SAN ESTEBAN
i
fuimos
hijos del mar y de yndias
del acoplamiento de chinas deste sitio
con bravos y peludos porqueros
hijos
de maringotes violadores
y de doncellas desnudas del guayrá
quien esto dice y sostiene
vuelve de los barrancos
de allá en el quiloazas
bruñida es la armadura que me cubre
es un peto de yuyo colorado
una celada de maleza invasora
una lanza de caña
igual nos lastimaron
las sabandijas de la tierra
voto al chápiro
nos lastimaron
los yacarés e insectos
las maniguas y esteros
pero más nos hirió el mayorazgo
el reyno
la traición
os habla una estantigua
que nació allá por el milquinientos
en este poro de la selva
un mancebo que vino
para abrir puertas a la tierra
buscando lo seminal de su aire
recuerdo
allí estaba la venta
en auqllas esquinas bebí mis medio azumbares
y escuche consejas
aguardé carretas que venían
de ciudades nubladas donde se contaba de los
césares
y cuando la luna ardía
de cabezas de búhos
y chumbaban los perros
nos mataron
sangró desde aquel día
el quebracho
el ceibo
y el paraná ya para nada azul
hay tráfico en santa fe la vieja
ando sin sepultura
sin memoria de ustedes
los follones
mataron mis mancebos
y aún hoy os dominan
no dejéis de estos huesos
una ceniza inútil
porque mi carne viene en los trigales
y el mi cuerpo en rocío
comprended la violencia
que tiene la tierra en estos sitios
II
iba con las primeras luces
aquellas que no son ayer ni todavía mañana
iba
un aire diferente envolvía mis manos
un aire como a través del horizonte
el lucero se apagaba en rocío
a la hora en que tocaba yo
la seda virgen de la aurora
mientras los portones del este
encendían el teatro
miraba el cielo conociendo sus dentros
colocando mi ojo en infinito
el alba
una escalada
quemaba mi sangre en sus candiles
vieras el campo dando a luz
sus pastos y gorriones
y en la mañana ya
caminar por esas rompientes de rocío
que nos bañan las ingles
agua y luz mixturadas
con los críos del cielo
esos pájaros
que las tropillas secuestran en sus grupas
hace años creí que su amor me llegaba
en campos y animales
que la naturaleza me era propia
en esas mojaduras se me hacía
que mi destino
trataba con el trigo
de invadir los espacios
no quiero ahora recordar
que me desalojaron
no quiero pensar en los destierros
en esas lejanías privadas
donde los hombres se hundieron
quiero sólo recordar
aquella mi primera comunión de centauro
en la planicie atenta
galopaba los campos anegados de trébol
con aquel parejero
donde los atolones de hormigas y cardos
peleaban por la propia
en aquella pampa que se toma milenios
en la preparación de alguna huella
y deja su herradura en los soles pisoteados
galopaba pues
detrás del horizonte
yo mi caballo y más nadie
los corcovos
que removían el pasado
desde el cabeza amarga y baigorrita
hasta boleadas en el zapallar y en melincué
(toda una historia)
el bellaco quería desmontarme
yo me aferraba sus crines
prendido a lo chuncaco
el zaino removía su oreja
al ver a sus laderos
imprudentes madrinas
baguales a pura dentellada
yo sentía como sienten los pastos
a lo ancho
entre coces y sudores y llamaradas del pelo zaino
que amenazaban propagarse
patas que rompían las luces en el lodo
velay los fletes
con sus coces sanguíneas
la línea de sus cuellos en disturbio
galope caballo galope caballo
caballo caballo caballo
en la carrera
toda la tierra me cascoteaba con insectos
hasta llegar
donde termina la lluvia
y bajo lo grueso del arco iris
donde las mariposas me esperaban
para salir al aire
y el viboreo
las costaladas
el rodar ente los sorgos
caímos en medio de abrojos
en mitad de sus estrellas ásperas
un destello borgoña en los ijares
mi caballo
sus tendones en oleadas nerviosas
cuando de pie otra vez
salvábamos la rosa de los vientos
no desmintió su sangre
hundiendo el casco en el último empaque
corazón de caballo
corazón el mío
dos puntos hacia los universales desfondados
un caballo un caballo un caballo.
ix
pero hay que ver al hombre sobre su distancia
protegido por el acrílico de la noche
el hombre transparente
parado sobre la pampa
traspasadas su venas
por la extensión
y su intención de libertad
nadie sabe aún
lo que en la pampa se resuelve
eso que termina
por estar más en nosotros que en ella
el lado abierto para que los truenos
rueden hacia el mar
el coral abierto para que los potros
chospen con el frío
el espacio abierto para que el hombre
gane su libertad
Como Uds. advertirán, no hay conclusión posible.
Mónica Muñoz
Citas
1-Un Género culpable. La práctica del ensayo: entredichos, preferencias e intromisiones. Eduardo Grüner. Homo Sapiens Ediciones.1996
2- 4 -Rizoma – Gilles Deleuze, Féliz Guattari. Ediciones Coyoacán-1994
3- 5 - Usos de la literatura– Nicolas Rosa-tirant los blanch libros-Universidad de Valencia -1999.-
6- Interpretación y sobreinterpretación – Humberto Eco – Cambridge University Press -1995
7-8-Reseña de Venado Tuerto- Eduardo E. Huhn-Imprenta Amorortu -1933